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El cristinismo hizo una apropiación ilegímita del 25 de Mayo

Se trata del editorial del programa “Sábado 100” por radio El Espectador (FM 100,1) de Rafaela. El 25 de Mayo no debiera ser un privilegio de apropiación de una sector político porque constituye uno de los pilares de la argentinidad.

Por Emilio Grande (h.).- Frente a la grave crisis institucional, política, económica y social, de similares características a la ocurrida en 2001-2002, que vive la Argentina con niveles elevados de pobreza (más del 40%), galopante inflación (más del 100% interanual), inseguridad, narcotráfico, falta de diálogo entre los principales dirigentes, la vicepresidente Cristina Fernández presidió la “liturgia” kirchnerista, revoleando la “media” para todos lados.

Durante el acto en la histórica Plaza de Mayo, advirtió que “si no logramos que el programa que el FMI impone sea dejado de lado, va a ser imposible pagar”, en el marco de los 20 años de la llegada de Néstor Kirchner al poder, repasando autoelogios a su propia gestión al frente de la Casa Rosada.

La advertencia contra el Fondo, otro durísimo ataque a la Corte Suprema de Justicia a la que calificó de “mamarracho indigno” y un llamado al peronismo a elaborar un programa económico distinto al actual fueron los puntos centrales de la presentación, evitando deliberadamente cualquier definición electoral. 

En alusión al Poder Judicial, enfatizó: “Me odian, me proscriben, porque nunca fui de ellos. ¡Siempre seré del pueblo!”. Cuando señaló a los jueces de la Corte, pidió separar del cargo a sus integrantes. “Tenemos que repensar el diseño institucional; no podemos seguir con la rémora monárquica de gente que nunca rinde cuentas de nada. No se sabe dónde viven, qué tienen. Eso no es de República, de democracia. Pónganle el nombre que quieran”.

Una de las pocas referencias a la coyuntura política fue cuando dijo que “este Gobierno es infinitamente mejor que lo que hubiera sido un segundo de Mauricio Macri. No tengo dudas”. ¿Cristina forma parte del Gobierno con el cargo de vicepresidenta o juega a las escondidas? ¿Cuánto fue el presupuesto del acto y quién lo paga?

Entre las notables ausencias al acto de gobernadores peronistas, dirigentes de la CGT, la más notoria fue la del presidente Alberto Fernández: “Todos tenemos que estar en la plaza. Yo no voy a estar, pero Néstor nos une”, dijo, antes de entrar en la Catedral al tedeum.

La tradicional ceremonia religiosa fue presidida por el cardenal Mario Poli, haciendo un llamado “urgente” a la unidad, ante el peligro de la fragmentación, y pidió revalorizar “el sistema republicano y democrático elegido por los fundadores de la patria.

Durante su homilía, Poli graficó el afligente cuadro social que conviven los argentinos: “Seis de cada diez niños y adolescentes son pobres y este porcentaje se visualiza más crudamente si consideramos que alcanzan a 8.200.000 personas menores de edad, de los cuales hay más de 4.200.000 con carencias alimenticias”.

En uno de los pasajes clave de su mensaje, destinado a revalorizar el rol institucional, el Cardenal pidió que “la prudencia de sus autoridades y la honestidad de sus ciudadanos robustezcan la concordia y la justicia y podamos vivir en paz y prosperidad. La Justicia es la única garantía de una paz sólida y duradera”.

Poli convocó también a transitar caminos de unidad. “Cuando priman intereses particulares sobre el bien común o cuando el afán se impone por encima del diálogo y la justicia, se menoscaba la dignidad de las personas e indefectiblemente crece la pobreza en todas sus manifestaciones”.

A decir verdad, el 25 de Mayo no debiera ser un privilegio de apropiación de una sector político porque constituye uno de los pilares de la argentinidad. Es el caso de Cristina que tiró “dardos” a sus principales enemigos como la Corte por los juicios en marcha y la oposición, que tiene muchas chances de volver al poder a partir del 10 de diciembre. Si Cristina considera inconcluso su proyecto político, tiene el derecho para presentarse a las elecciones, aclarando que no está proscripta como suele victimizase.

Finalmente, el poder en todas sus expresiones no es eterno y siempre debe estar al servicio de los ciudadanos de a pie, que todos los días sufrimos en carne propia la decadencia institucional del país, las peleas intestinales de la clase política, los padecimientos por la inflación que carcome los bolsillos de todos, especialmente los pobres, y la inseguridad potenciada por el narcotráfico que afecta a todos los niveles sociales. Los feriados “puente” sirven para un sector económico, no para levantar la empobrecida Argentina.

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