«Yo en el ’55, era una gorila». Así definió Estela de Carlotto su vida cívica antes del golpe del ’76. «Todas las mentiras que me decían, las creía. Fui indiferente a muchas injusticias. Hasta que Laura, mi hija, dio su vida por el peronismo», relató la titular de Abuelas de Plaza de Mayo en su paso por Rafaela.
Con esta confesión, Estela de Carlotto comenzó su discurso poniéndose a la misma altura de una sociedad que muchas veces responde de la misma manera que ella lo hizo. Y, desde ese lugar, transmitió a la colmada sala de la Escuela Vecchioli, un mensaje cargado de una reivindicación a la memoria activa y la participación ciudadana.
«Yo jamás me imaginé que iba a tener que vivir esto -afirmó- Hoy, sin pensarlo, las Abuelas damos ejemplo. Y nos dimos cuenta de cuánta fuerza hay dentro de cada uno cuando se lucha por algo. Incluso, cuando pasa el tiempo y todavía son más de 500 (entre ellos su nieto) los bebés nacidos en cautiverio que nos quedan por encontrar».
Tras decir esto, Carlotto hizo una pausa e interrumpió su exposición para preguntar a la asamblea: «¿se habla acá de estos temas?». Seguidamente, recordó a las 18 personas de la ciudad que fueron desaparecidas en épocas de la dictadura. «Muchas de ellas venían acá», dijo.
Cada vez que hizo referencia a la ciudad, las palabras que utilizó esta abuela fue como si se tratara de una nieta más que todavía no logra recuperar su identidad. Lo hizo de una manera comprensiva pero al mismo tiempo movilizadora.
«A veces no se quiere hablar porque duele. Pero hay que alentar a que la gente hable. Porque hablar de esto, es una forma de prevenir.
Rafaela tiene 18 personas que fueron desaparecidas. A ellas hay que reconocerlas y hacerlas carne. Hay que incentivar. Siempre se necesita de un empujoncito», expresó.
¿De qué manera? Carlotto se mostró muy satisfecha con la gestión que en materia de derechos humanos se viene realizando desde la era «K». «Se hizo mucho más de lo que se prometió», dijo. Pero aclaró que las Abuelas «no hacen política partidaria», sino que se valora una gestión.
Es por esto que, una de las líneas de acción propuesta por Carlotto es la de «aprovechar las líneas políticas». Así lo expresó frente al propio Intendente y buena parte de su Gabinete. «Estamos viviendo en Estados constitucionales donde reclamar es un derecho. Hay que moverse», señaló. Tras decir esto, enumeró una serie de actividades que se vienen desarrollando a nivel nacional (como la recuperación de espacios para la memoria) y que podrían tener su correlato en la ciudad.
Actualmente, son 89 los nietos recuperados y todavía son muchos los que no se atreven a sacar sus dudas. En medio de esta espera, las Abuelas celebran el avance que vienen teniendo las causas contra los represores. Pero les produce angustia la existencia de casos como los de Julio López.
Estos temas también estuvieron presentes en su discurso. Pero Carlotto volvió siempre sobre el eje de su mensaje y, antes de finalizar la exposición, realizó un llamado a que la historia (de Rafaela también) sea repensada a través del compromiso de todos. «Yo soy el pueblo. Yo soy el que tengo que hacer que las cosas sucedan. El Estado somos todos. Hay que meterse en la historia y ser solidarios. El pasado, aunque nos duela, está. Y tenemos que recordarlo para bien. Porque podemos pensar distinto, pero no por eso somos enemigos», concluyó.
Mauro Gentinetti
Fuente: diario La Opinión, Rafaela, 8 de mayo de 2008.