El ajedrez está de luto y lamenta la muerte del estadounidense Bobby Fischer.
La noticia hizo eco en todas partes del mundo y nadie dejo de sentir esta gran pérdida. El maestro mexicano Armando Acevedo sostuvo que «fue uno de los mejores jugadores de la historia» e inclusive recordó con nostalgia su enfrentamiento con el gran maestro en 1970: «Definitivamente mi partida con él ha sido una de las grandes experiencias de mi vida como ajedrecista».
«Morir en esas circunstancias hace que su partida sea más sentida» contó el gran maestro peruano Julio Granda, demostrando la desazón que le produjo el reciente acontecimiento. Y por supuesto, el ex campeón mundial infantil tampoco dejó de referirse a la peculiar coincidencia numérica con la que se fue Fischer: «Es curioso que haya fallecido a los 64 años porque 64 casillas tiene el tablero de ajedrez».
También donde se sintió fuertemente el fallecimiento del ajedrecista fue en Chile. Allí el gran maestro y múltiple campeón sudamericano, Iván Morovic, confesó: «Muchos, entre las que me incluyo, aprendimos a jugar ajedrez gracias a él. Tenía un juego que se adaptaba a todas las circunstancias, una combinación que era muy compleja de lograr».
Bobby Fischer murió el jueves en Reykjavik, Islandia, por una insuficiencia renal. En 1972 ganó el denominado «match del siglo» ante Boris Spassky, fue campeón del mundo y Estados Unidos lo consagró como ícono al vencer a un soviético en plena Guerra Fría, pero en 1992, cuando disputó su segundo duelo con Spassky en Sveti Stefan, Yugoslavia, fue muy criticado en su país y tomó la decisión de exiliarse.
Fuente: www.clarin.com