Por Emilio Grande (h.).- En política se gana o se pierde, ya sea por una gran diferencia o por un escaso margen en contiendas ejecutivas, legislativas, gremiales, estudiantiles y de cualquier organización de la sociedad civil.
El problema se presenta cuando se quiere negar la realidad o tergiversarla al gusto y capricho personal de un grupo determinado. Parece ser la lectura de Alberto Fernández y sus incondicionales como la diputada electora Victoria Tolosa Paz, quienes niegan la derrota con el invento de “ganamos perdiendo”… ¿Por qué se empecinan en convertir una derrota en una fiesta? ¿Qué festejaron el miércoles pasado en la Plaza de Mayo?
En este contexto, los resultados electorales del domingo último confirmaron los números de las PASO en casi todos los niveles de la Argentina, con una contundente derrota del gobierno nacional por una diferencia de más de 8 puntos, inclusive en la estratégica provincia de Buenos Aires, donde Diego Santilli volvió a ganar, pero por un margen menor de más de 1 punto, mientras el oficialismo mantuvo el mismo caudal de votos en dos meses y Juntos por el Cambio perdió casi 4 puntos los que fueron a parar a José Espert.
De esta manera, el Frente de Todos perdió el quorum propio en el Senado (35 a 31), que supo hegemonizar desde 1983, y en Diputados es la primera minoría con 118 legisladores contra 116 de Juntos por el Cambio, que cambiará el escenario político de permanente negociación a partir del 10 de diciembre.
En la provincia de Santa Fe volvió a imponerse Juntos por el Cambio en ambas categorías: en senadores la diferencia fue de más de 8 puntos con Carolina Losada-Dionisio Scarpín (40%) sobre Marcelo Lewandowski y Omar Perotti como suplente (32%) y una pobre elección del socialismo con Clara García con un 12%; en diputados los porcentajes fueron similares, metiendo 5 legisladores Juntos por el Cambio, 3 el Frente de Todos y 1 el Frente Progresista.
A decir verdad, pese a las distintas obras y anuncios electorales en distintos lugares del territorio provincial no le alcanzaron al gobierno provincial para dar vuelta el resultado adverso que venía de las PASO. Entre los errores de gestión gubernamental se puede marcar el gravísimo problema de la inseguridad, especialmente en Rosario, Santa Fe y Rafaela, pero no escapa la zona rural, como así también quedar pegado al discurso oficial de la pandemia y la cuarentena eterna, que incluyó por ejemplo el incomprensible cierre de casi todas las actividades y donde más se sintió fue en la educación, con graves consecuencias económicas y psicológicas.
A nivel local, volvió a ganar nuevamente Juntos por el Cambio con 26.786 votos (48,35%), que le permitió meter 3 concejales Leonardo Viotti, Alejandra Sagardoy y Cerefino Mondino, el oficialismo el 25,13% (13.918 sufragios) con 2 bancas Martín Racca y Valeria Solterman. Muy lejos quedaron Carla Boidi del Frente Progresista con el 10,19% y Delvis Bodoira de Vida y Familia con el 9,39% y Florencia Muriel de Rafaela mi ciudad con el 5,62%.
La oposición perdió una banca que ganó el Frente de Todos y el nuevo Concejo seguirá siendo mayoría opositora con 5 ediles de Juntos por el Cambio más el aliado de Lisandro Mársico del Frente Progresista y el oficialismo peronista con 4 bancas. ¿El actual Subsecretario de Salud cambiará la estrategia política con el acento en el diálogo con sus pares cuando asuma el cargo en el 6º piso o deberá pedir permiso a la Intendencia?
Para Luis Castellano, fue la mejor elección legislativa de los últimos 12 años, sin olvidar que contó con la fuerte inversión de las obras con fondos nacionales, provinciales y municipales, sumado a la maquinaria mediática y de las redes sociales. ¿Será que el electorado rafaelino sigue apostando por la oposición en las legislativas buscando un equilibrio de fuerzas políticas? Pensando en el 2023, ¿cómo hará la oposición para romper con 30 años de hegemonía del peronismo en el Municipio?
Para terminar, se vienen dos años difíciles para la Argentina con problemas de fondo sin resolver en materia económica con la inflación del 50% anual, la disparada del dólar, la pobreza de casi la mitad de la población, los vencimientos con el FMI. ¿Cómo generar fuentes laborales sin la confianza en el Gobierno porque permanentemente cambia las reglas de juego? En el medio está el sufrimiento de la gente de a pie que le cueste cada vez más llegar a fin de mes y muchos jóvenes piensan en emigrar del país…