Respuestas del INTA para cuando se vaya el agua

Esta información es generada por los profesionales del INTA Rafaela en función de la emergencia. Se abordan los siguientes aspectos: alimentación, forrajes, sanidad y manejo de la invernada, para productores de las zonas anegadas.

Seguimos distribuyendo esta información, generada por los profesionales del INTA Rafaela en función de la emergencia. Esta vez, abordamos con un poco más de detalle los siguientes aspectos: alimentación, forrajes, sanidad y manejo de la invernada, para productores de las zonas anegadas.
Más información, en su agencia de INTA más cercana o por este medio.
comunicacion@rafaela.inta.gov.ar

Recomponiendo la oferta forrajera
Las excesivas precipitaciones ocurridas han reducido parcial o totalmente la producción de las pasturas a causa de :
• la lógica pérdida de plantas por anegamiento y
• el excesivo pisoteo provocado por las altas cargas de aquellos potreros que eran los únicos con algo de vegetación útil.
¿Qué es lo primero que se debe hacer?

Un diagnóstico de la situación, relevando el estado en que se encuentra la vegetación de los distintos potreros y censando el grado de compactación y pisoteo de cada uno de ellos.

De acuerdo a la zona, podremos encontrar potreros :
a) con especies forrajeras que están apareciendo en forma natural o que han soportado los severos encharcamientos (por ejemplo, festuca, raigras anual, trébol blanco y cebadilla criolla).
b) que se encuentran en zonas elevadas, lo cual permite un rápido escurrimiento, y que conservan una población aceptable de plantas de alfalfa, y
c) muy afectados.

Un factor a tener en la cuenta en el diagnóstico es el grado de invasión de malezas (gramón, cebollín), para poder realizar un adecuado manejo antes de una nueva siembra.

Es importante también determinar la presencia de sales en superficie, como consecuencia de un ascenso de la napa, para realizar la correcta elección de las especies forrajeras que formarán parte de la pastura.

¿Qué se puede hacer en este momento para producir pasto?

• Una de las aternativas son los verdeos.

Como aún es bastante temprano, y para aquellos que tengan piso, se puede sembrar avena y raigras anual. Para siembra más tardías se puede optar por el trigo de ciclo largo, que es más resistente al frío y a la roya de la hoja.

Hay que tener presente que los suelos han sido lavados por las lluvias por lo que se hace muy necesario pensar en fertilizar los lotes especialmente con nitrógeno.

• Otra es sembrar pasturas perennes para ir cubriendo las pérdidas en este recurso.

Hay varias alternativas para esto:

– Verdeo consociado con pasturas: implantar el verdeo con una menor densidad en mezcla con trébol rojo, cebadilla, raigras anual. Así se logrará cubrir las necesidades de forraje del invierno, alargar la vida útil de la pastura con las otras especies y tener pasto en la primavera y el próximo otoño.

– Hacer pasturas en base a trébol rojo, cebadilla criolla, festuca, trébol blanco, que son todas especies forrajeras más resistentes al exceso de humedad que la alfalfa.

– Si la idea es hacer alfalfa, sería conveniente no sembrarla pura sino asociada con gramíneas (cebadilla criolla, festuca), que por su sistema radicular tienen un efecto importante en la recuperación de la estructura del suelo; y otras leguminosas (trébol rojo, trébol blanco).

– Como ya se mencionó en algunos lotes que tuvieron raigras o cebadilla criolla el año anterior y si estas fructificaron las semillas están en el suelo, como humedad no falta y hay buenas temperaturas pueden estar apareciendo en el campo, especialmente en aquellos lotes que se controlo el gramon o tiene poca cantidad. Una alternativa rápida de obtención de forraje para el invierno es la fertilización con nitrógeno de estas especies para acelerar el crecimiento y aumentar la oferta de forraje.

– También se puede hacer una intersiembra con gramíneas y leguminosas con la finalidad de aumentar la producción y la vida útil de lotes de alfalfa que han disminuido su población.

Ahora mas que nunca se justifica preocuparse por producir mas pasto

Recomendaciones para el manejo de la alimentación.

• Realizar rápidamente un balance ajustado de los alimentos disponibles (rollo, silaje, concentrados) y calcular cuánto tiempo pueden durar de acuerdo a su actual nivel de consumo. Si la cantidad disponible está muy comprometida para pasar el invierno:
• Analizar y definir qué vacas quedarán en el rodeo, privilegiando las recién paridas y de lactancia intermedia, seleccionando las de mejor capacidad productiva y sanitaria.
• Definir qué hacer con el resto de los animales, recordando retener aquellas vacas/vaquillonas que entrarán en producción este invierno.
• Según el balance de disponibilidad de forraje, considerar enviar a venta los animales que sea necesario.

Manejo de los animales que quedarán en el campo:
División de rodeos.
Secar las vacaas preñadas de lactancia avanzada que produzcan menos y armar dos lotes:
Lote de punta: vacías de ternero chico + todas vaquillonas en producción (que son las que habrá que preñar y las que mejor defenderán el nivel productivo del tambo)
Lote de cola: resto de los animales en producción

Para las otras categorías que pudieran quedar en el tambo (pre-parto y eventual recría) se pueden formular dietas de mantenimiento en base al suministro de rollos de residuos de cosecha (soja, maíz, sorgo) que podrán complementarse con algo de pasto (de potreros degradados) que puedan levantar los animales diariamente. Sin embargo, para que no pierdan estado, deberemos suministrar pequeñas cantidades de algún concentrado y/o subproducto tipo afrechillo de trigo, semilla de algodón, grano de sorgo molido, etc. Tenemos que pensar en disponer al menos entre 8 a 10 kg de MS de forraje fibroso y 0.5 a 1.0 kg de concentrados para alimentar cada una de esas categorías .

Medidas generales de manejo y sugerencias para el logro concreto de los resultados :

• Privilegiar el uso y racionar el pasto para el lote de vacas de punta. Medir bien la pastura que se dará diariamente. Ante la carencia, no ofertar pasto al lote de cola.
• En lo posible, moler los rollos (tamaño grande) o desmenuzarlos, para minimizar los desperdicios. Ofrecer cantidades lo más exactas posibles y hacerlos durar más.
• La cantidad de silaje debe estar muy bien ajustada (cantidad exacta), por lo que se debe estar seguro de los kilos ofrecidos diariamente. Controlar la oferta garantiza prolongar su utilización, a la vez que balancear las dietas.
• Suministrar el grano de maiz o sorgo bien molido, por mitades en cada ordeño.
• Fuente de proteína adicional: Cuando no hay pasto en la dieta son esenciales. Puede utilizarse semilla de algodón, expeller de girasol, algodón; sojilla, poroto de soja (estos últimos bien molidos y no hace falta cocinarlos previamente) Si no consigue estas fuentes, es posible suplementar con UREA, consultando previamente con el profesional.
• Suministrar vitaminas y minerales que contengan calcio, fósforo, magnesio y las vitaminas A,D,E y K. Esta suplementación es esencial ante ausencia o limitaciones de pasto fresco de buena calidad, sobre todo para las vacas de punta.
• Pesar, controlar, calcular permanentemente cuánto consumen las vacas, para que los resultados sean los esperados.

Estrategias para la invernada.

La imposibilidad de implantar las pasturas programadas para este año y de obtener los forrajes conservados previstos se refleja en las pérdidas de peso de los novillos y nos obliga encarar una serie de acciones tendientes a solucionar en parte estos problemas.
• En primer término hay que establecer un balance entre los recursos alimenticios disponibles y la demanda de los animales en existencia. Es probable que exista la necesidad de vender novillos si el déficit es de gran magnitud. En este caso, suele ser conveniente desprenderse de animales de invernada chicos, no así de novillos en terminación, que sufrirían una disminución grande en el precio.
• En cuanto a los animales que se retengan, proporcionar forrajes para mantenimiento o para alcanzar pequeñas ganancias de peso en los novillos de recría y realizar los mayores esfuerzos para alimentar adecuadamente a los animales en terminación.

Alimentación.
Todas las situaciones son diferentes y los ejemplos que se presentan a continuación son sólo orientativos. Se recomienda la consulta con el profesional para decidir en cada caso particular.

Recría.
Estos son algunos modelos de dietas para mantenimiento de novillitos de recría de alrededor de 200 kg, teniendo como base rastrojos, heno de baja calidad y concentrados.
Ejemplo1: Base forrajera – rastrojo de soja (en forma de rollos o molido)

Rastrojo de soja 2,5 kg/animal/día
+
Grano de sorgo o maíz 1,0 kg/animal/día
+
Sojilla 1,0 kg/animal/día ó sem de algodón 0,5 kg/animal/día
Ejemplo 2: Base forrajera – Pastura de baja calidad o rollo de moha o rollo de alfalfa de baja calidad
Pastura o rollo 5,0 kg/animal/día
+
Grano de sorgo 0,5 kg/animal/día +
Sojilla 0,5 kg/animal/día ó semilla de algodón 0,25 kg/animal/día

Con esta base forrajera en el INTA Rafaela se probaron bloques de melaza solidificada que contienen urea y minerales (hay varias marcas comerciales) puestos a disposición como único suplemento con muy buenos resultados (ganacias de peso de alredor de 200gr/día)
Ejemplo 3: Base forrajera – rollo de alfalfa de buena calidad
Rollo alfalfa 5kg/animal/día

Terminación.
A continuación se muestran algunas dietas en base a forrajes conservados y concentrados para novillos entre 450 a 550 kg de peso vivo en la etapa de terminación, que permiten ganar más de 1 kg/día. Para obtener este resultado, a todas las mezclas se les incorpora monensina sódica (3gr/nov/día de producto comercial).
Ejemplo 1: Base forrajera – silaje de sorgo forrajero.
a) Dieta “alto silo” : 70% silaje + 20% grano de maíz o sorgo + 10% semilla de algodón + 120 gr. Urea/nov/día.
b) Dieta “bajo silo” : 30% silaje + 60 % grano de maíz o sorgo + 10% semilla de algodón + 60 gr. Urea/nov/día.
Ejemplo2: Base forrajera – rollo de alfalfa (hacer análisis de calidad)
Rollo de alfalfa molido 15% + 75 % de grano de sorgo + 10 % semilla de algodón
Las mezclas de ambos ejemplos se plantean en “materia seca” con un consumo por novillo de 14 a 15 kg por día. Es muy importante aclarar que se requiere de un período de acostumbramiento que comienza con alto contenido de base forrajera y bajo de grano y gradualmente se incrementa este último y se disminuye la base forrajera hasta llegar a lo niveles desados. El período de acostumbramiento, como mínimo, debe ser de dos semanas.
Recuerde que no se debe restringir la alimentación de los animales más chicos (menos de 240 kg) Las alternativas con estos animales son la venta o una alimentación adecuada. En caso de necesitar restringir la alimentación, deben elegirse los animales de entre 260 y 360 kg.

La sanidad ante el anegamiento.

El daño ocasionado en el estado sanitario de los rodeos en la provincia de Santa Fe será cuantificado tiempo después de que se contabilicen las pérdidas directas del fenómeno.
Aún los establecimientos que no sufren el anegamiento total y pueden seguir produciendo, estarán predispuestos a padecer algún brote de leptospirosis, mayor número de mastitis, aumento de problemas podales y un estrés continuo sobre los animales que los hará más vulnerables a los agentes patógenos tanto infecciosos como parasitarios.
Aquí, algunas recomendaciones del INTA sobre la cuestión.

Las situaciones de emergencia o desastre naturales como las inundaciones, originan numerosas pérdidas económicas en las explotaciones pecuarias y sus consecuencias suelen perdurar durante mucho tiempo. El deterioro sanitario de los rodeos está entre los perjuicios que comienzan a apreciarse a mediano o largo plazo.
Cuando ocurren estos fenómenos hay tendencia a concentrar animales, reunirlos en zonas altas o seguras para evitar su muerte y luego organizar su traslado a otros campos o establecimientos donde se continuará con la actividad. Estas concentraciones aumentan el contacto entre animales de diferentes establecimientos y, por consiguiente, los riesgos de presentación de brotes epidémicos de enfermedades.

La leptospirosis es una enfermedad producida por una bacteria, que se ve ampliamente favorecida por los excesos de humedad y las temperaturas templadas. Es responsable de muertes de terneros y abortos en vacas en el último tercio de gestación. Se presenta generalmente en los otoño y representa un serio problema para la salud de la población rural porque se transmite al hombre.
Los bovinos, cerdos y roedores son sus difusores, eliminando bacterias por orina que contaminan las fuentes de agua y alimentos.
Los animales susceptibles y el hombre también pueden infectarse a través de las mucosas, piel intacta o con heridas.

Los problemas podales se verán aumentados al estar los bovinos en forma permanente sobre un suelo húmedo o con agua, lo que produce el reemblandecimiento del cuerno de las pezuñas. Esto los hace más susceptible a traumas por objetos sueltos en callejones y corales fangosos, que permitirán el ingreso de bacterias productoras de diversas lesiones conocidas como “pietín”.

Otra enfermedad es la pasteurelosis o “enfermedad del transporte” que origina muertes de animales luego de su traslado durante largas horas en vehículos. Se reconocen como predisponentes a algunos virus y el estrés producido por el transporte que hace decaer las defensas, favoreciendo la acción de las bacterias Pasturella haemolytica y P. multocida. Si bien se puede producir en situaciones normales de transporte, los bovinos de zonas anegadas que son objeto de traslado, ya cuentan con una dosis importante de estrés.

Existe una lista de enfermedades que deben ser tenidas en cuenta cuando se moviliza ganado de un establecimiento a otro, sin reparos sanitarios previos. Brucelosis, tuberculosis, leucosis, paratuberculosis, trichomoniasis, campylobacteriosis, rinotraqueítis infecciosa bovina (IBR), diarrea viral bovina (DVB), anaplasmosis, sarna, garrapatas y endoparásitos. Algunas de ellas, por sus características de transmisión o por el período de incubación, se manifiestan varias semanas o meses después de haber estado en contacto los bovinos, de modo que una vez restablecida la normalidad climática en la zona afectada, los rodeos que retornen a sus establecimientos de origen deberán ser chequeados en su estado sanitario respecto a las enfermedades que no se encontraban presentes antes del suceso climático.
Los rodeos lecheros o de cría con certificaciones de libre de brucelosis y tuberculosis que debieron trasladarse a otros establecimientos que no poseían estos estándares sanitarios, deberán revalidarlos. De la misma manera se deberá proceder con los rodeos de los establecimientos receptores de los bovinos trasladados.

Se puede prevenir la presentación de algunas de las enfermedades descriptas (leptospirosis, pasteurelosis, IBR, DVB, campylobacteriosis) si se tiene la posibilidad de aplicar vacunas previamente al traslado de los animales.
Con las vacas lecheras que han sido incorporadas temporariamente a otros tambos, hay que agregar los patógenos de la glándula mamaria como el Staphylococcus aureus y otros inherentes a la rutina de ordeñe. En el caso del S. aureus se debe tener en cuenta que la eficacia de curación de los antibióticos sobre estas infecciones puede ser particularmente baja. De ser infectado un rodeo bajo estas circunstancias, cuando regrese al tambo origen deberá contemplar la utilización de estrategias para su control que pueden resultar muy engorrosas y costosas (por ejemplo la segregación y eliminación de las vacas infectadas)

PARA TOMAR DECISIONES EN CUALQUIERA DE ESTOS TEMAS, ES IMPORTANTE QUE CONSULTE A UN PROFESIONAL.

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