Por Carlos Terranova.- Como ciudadanos estamos preocupados. Cualquier acto de abuso y/o violencia merece nuestro repudio, y es especialmente doloroso lo ocurrido dentro de una institución de la ciudad en estos días, como es de público conocimiento.
Por medio de esta nota hacemos llegar nuestra solidaridad y total apoyo a la familia afectada; y en especial comprometemos nuestras oraciones en favor de la niña, pidiendo a Dios la sane de todo daño físico y psicológico.
Nos sumamos al pedido de una investigación rápida y eficiente que permita arribar a la verdad de lo ocurrido cuanto antes, y en base a la misma se aplique la ley y se haga justicia.
La ciudad se merece un debate serio y respetuoso que nos permita pasar de los reclamos al diálogo y al debate constructivo.
Necesitamos prevenir hechos de violencia y abuso. La salud y la vida de nuestros hijos y la paz de nuestras familias están en juego.
Es necesario contar con un programa provincial de ESI que resulte abarcativo de todos los niveles de la educación, con un enfoque plural y respetuoso de todas las visiones.
De ese modo, todos los integrantes de las comunidades educativas (y por ende los alumnos y sus familias), podrán formarse para, entre otros objetivos, prevenir embarazos adolescentes, enfermedades de transmisión sexual y todo tipo de abuso y/o violencia contra ellos.
Queremos asegurar el respeto de todos los derechos humanos: el de acceder a una educación sexual plural, que respete las convicciones personales, para así asegurar la libertad de conciencia y la libertad religiosa. Una ESI basada en la ciencia y no en ideologías.
Desde nuestro espacio estamos dispuestos a aportar una respuesta propositiva al tema.
Esperamos tener la posibilidad de encontrarnos con todos los actores interesados para lograr los objetivos mencionados y nos comprometemos a seguir trabajando en estos temas.
Las iglesias evangélicas estamos enseñando continuamente sobre prevención del abuso infantil y tenemos un cuidado especial de los niños, pero actualmente ninguna institución está exenta de tener en su entorno algún lobo disfrazado de cordero sin saberlo o poder detectarlo a tiempo.
Entre todos, unidos, respetándonos, sin escraches, con la paz como bandera y firmes en la defensa de los más vulnerables, lograremos que se haga justicia hoy, y prevenir para el mañana.
El autor es presidente del Consejo Pastoral de Rafaela.