Si buscamos un referente de la sociología argentina de los últimos años, inmediatamente se presenta el nombre del señor sociólogo Juan Carlos Portantiero.
Investigador y docente de vocación, supo explicar la sociología clásica de Emile Durkheim y Marx Weber como nadie.
Escribió sobre Gramsci un libro llamado, “Los usos de Gramsci.”
Y en este sentido, su aporte fue revelador, preciso y didáctico.
Intelectual por excelencia, Portantiero evidenciaba la humildad de los grandes.
Generoso al momento de impartir conocimiento, iba más allá para poder tener una visión más acabada de los hechos y fenómenos sociales.
Exiliado durante la última dictadura militar, reivindicó a la sociología como disciplina aunque también, como carrera.
A punto tal, de llegar a convertirse en un icono de la sociología de nuestro país.
No obstante, ayer me sorprende la triste noticia de que el eximio Portantiero había fallecido.
A sus 73 años y luego de una gran trayectoria, la comunidad académica, el campo intelectual, sus alumnos y todos aquellos que lo conocieron, sienten profundamente su muerte.
Juan Carlos Portantiero, físicamente se ha ido pero su conocimiento de la historia, la cultura y la sociología en la totalidad de sus aspectos, continuarán transitando por las aulas y los pasillos de la Facultad de Ciencias Sociales.
Por el Instituto de Investigaciones Gino Germani y por todos aquellos espacios que supieron cobijarlo.
Quedan sus escritos.
Y por supuesto, el recuerdo de un hombre con el cual, se podía o no coincidir ideológicamente pero jamás negar, su capacidad práctica y teórica.
Así lo recordaré. Mejor dicho, lo recordaremos.
Lic. Laura Etcharren
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