El monumento, promovido por la Fundación Despertar, mira hacia la entrada del hospital municipal Blas Dubarry –que está frente a la plaza Belgrano- y fue construido al lado del mástil de la bandera que nuclea a los mercedinos durante los actos cívicos. Sus medidas son aproximadamente: 1,30 m de alto, 1,50 de ancho y 0,45 de profundidad.
Lo bendijo el capellán del hospital, P. José Estrada, que exhortó a los funcionarios a tomar conciencia de la situación de los hospitales públicos; a conocer las condiciones en las que allí se trabaja y a observar las consecuencias de las leyes que tan ligeramente se promulgan.
Recordó asimismo que «Dios perdona siempre, el hombre a veces y la naturaleza nunca» describiendo, desde su experiencia, las irreparables secuelas del aborto: las físicas –riesgos ignorados por las mujeres antes de esa práctica-, las psicológicas –tan difíciles de superar- y las espirituales, agregando que muchas mujeres que se han practicado un aborto regresan una y otra vez al confesionario –a pesar de haber sido perdonadas tras el arrepentimiento- porque no hallan paz.
¡Gracias Mercedes por este ejemplo! Esperamos que se multiplique a lo largo y a lo ancho del país y que en un futuro no muy lejano muchas ciudades tengan un monumento que recuerde los Derechos del Niño por Nacer.
Vea el Monumento pulsando aquí o ingresando en
http://www.notivida.org/FOTOS/Monumento_Mercedes.jpg
Fuente: Notivida, año VI, nº 415, 10 de enero de 2007.