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La paz en Tierra Santa, compromiso de cristianos, judíos y musulmanes

Expresó Benedicto XVI al recibir a representantes de "B’nai B’rith International".

CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 18 diciembre 2006 (ZENIT.org).- La paz en Tierra Santa surgirá gracias al compromiso de cristianos, judíos y musulmanes, considera Benedicto XVI.

Así lo explicó este lunes al recibir con las palabras «Shalom alechem» a representantes de la «B’nai B’rith International», cuyo objetivo es mantener vivas las tradiciones y la cultura judía, así como ofrecer una amplia obra humanitaria al servicio de los necesitados.

En el discurso que dirigió a sus huéspedes en inglés, el Santo Padre reiteró su «inquebrantable esperanza y oración por la paz en Tierra Sana».

«La paz sólo puede surgir si se convierte en la preocupación de judíos, cristianos y musulmanes, expresada en un genuino diálogo interreligioso y en concretos gestos de reconciliación», aseguró el Santo Padre.

«Todos los creyentes están llamados a demostrar que no es el odio ni la violencia los que pueden abrir la puerta a ese futuro de justicia y paz que constituye la promesa y el don de Dios, sino el entendimiento y la cooperación pacífica», añadió.

Desde la promulgación de la Declaración del Concilio Vaticano II, «Nostra Aetate», en 1965, que dio un giro a las relaciones entre judíos y católicos, los líderes de la «B’nai B’rith» han visitado a los Papas Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo II. Esta era su primera visita a Benedicto XVI.

El Papa invitó a dar gracias a Dios «por la sorprendente transformación que ha tenido lugar» en esta relación.

El «rico patrimonio de fe» de judíos y católicos, aseguró, «permite a nuestras comunidades no sólo entablar el diálogo, sino también trabajar juntos por el bien de la familia humana».

«Nuestro mundo agitado necesita el testimonio de gente de buena voluntad, inspirada por la verdad, revelada en la primera página de las Escrituras, según la cual, todos los hombres y mujeres han sido creados a imagen de Dios, y por este motivo poseen una dignidad y un valor inalienable».

«Judíos y cristianos están llamados a trabajar juntos para curar las heridas del mundo promoviendo los valores espirituales y morales fundados en nuestras convicciones de fe», aseguró.

«Si damos un claro ejemplo de cooperación fecunda, nuestra respuesta a las necesidades de la familia humana será más convincente», consideró.

En nombre de la «B’nai B’rith» dirigió su saludo al Papa el nuevo presidente, Moishe Smith, para subrayar la cooperación y los valores comunes que unen a judíos y católicos.

«Hemos venido de diferentes continentes para cumplir con el imperativo judío de gratitud y aprecio», afirmó Smith, de Ottawa (Canadá).

«Usted no sólo ha cumplido con la promesa de continuar por la senda de su predecesor, sino que además ha establecido un ejemplo de llamamiento religioso a la razón, en contra del extremismo».

«De este modo, usted ha ayudado a fortalecer nuestra esperanza en el género humano, y con ello, nuestra esperanza en nuestro común Creador», aseguró.

El representante judío explicó que a pesar del terrorismo y el antisemitismo que se dan en algunas partes del planeta, «mantenemos nuestra esperanza, porque hemos visto el potencial de construir puentes entre pueblos y desde B’nai B’rith hemos tratado de contribuir con este objetivo a través del trabajo humanitario, y de la defensa de los derechos humanos alrededor del mundo».

En Chanukah, la fiesta judía de las luces, sus huéspedes entregaron al Papa una representación artística en la que se representa la Menorá, con las palabras, «B’nai B’rith», «Hijos de la Alianza», en hebreo.

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