Por Norma Bessone.- No deja de alarmarnos ver cómo se subestima al ciudadano argentino, a los trabajadores, a las familias, en definitiva a quienes todos los días dignamente procuran consumir alimentos para su subsistencia.
No entendemos cómo se puede “reconstruir” un país sin escucha, sin base en el conocimiento, sin respeto, con infravaloración del trabajo, de la producción, suplantando el diálogo por ataques, los consensos por decisiones unilaterales y el respeto por el atropello.
Resulta pésimo generar más confusión en un país colapsado, a punto de quebrar dejando a sus ciudadanos más indefensos, desprotegidos y vulnerables que nunca. ¿Cómo poder decidir basados en mentiras? Las desafortunadas afirmaciones del presidente siguen socavando la confianza en una salida a esta gravísima crisis.
Como consecuencia se va destruyendo la esperanza y la noción de futuro para todos, pero más tristemente para nuestros jóvenes.
Sin diálogo, ni inclusión de todos los sectores, ni búsquedas de consensos y respeto por las instituciones y las personas, el panorama es devastador.
Es muy complejo que debamos retroceder tanto para entender que el desarrollo del conocimiento a lo largo de la historia fue el que posibilitó el avance, el progreso y una verdadera mejora en la calidad de vida de los seres humanos.
Una perfección de medios y confusión de objetivos, parece ser nuestro principal problema. (Albert Einstein)