En el programa Claves para un Mundo Mejor, que se emitió el sábado 17 de enero por el Canal 9 de TV, monseñor Héctor Aguer reflexionó sobre “las desmesuras argentinas” a partir de la muerte de Diego Maradona afirmando “que es terrible que haya muerto en tanta soledad un hombre como Maradona que, en cierto modo, lo tuvo todo.
Maradona murió en soledad: fue algo muy triste
El prelado inició su reflexión diciendo que «este año terrible que hemos vivido en todo sentido, por la pandemia y luego también por los estragos sociales y económicos que se produjeron a causa de esto, terminó con algo muy triste que fue la muerte de Diego Maradona. Fue algo muy triste. A mí me impresionó enormemente todo el aparato que se creó alrededor de esa muerte y una desmesura muy grande sobre todo en el velatorio y el entierro”.
“Todavía sigue pendiente la cuestión», continuó. «Se habla ahora de que, en realidad, probablemente no fue bien atendido pero lo que más me impresionó fue la soledad de ese hombre. Un hombre tan famoso, que consiguió grandes logros deportivos, muchísimo dinero, murió en soledad. Y me pregunto: ¿A nadie se le ocurrió acercarle un sacerdote para desempolvarle un poco el bautismo que residía en el fondo de su alma? Todo eso es muy triste y muestra la desmesura que hay en ciertas cuestiones en la Argentina”.
“Ustedes recuerdan lo que pasó con los enfrentamientos y demás cuando la señora vicepresidenta mandó cerrar las puertas porque quería estar sola frente al ataúd y el desastre que se armó con los policías, la discusión sobre la reyerta sobre si la culpa la tiene el Gobierno Nacional o el Gobierno de la Ciudad, y como dijo la investigación acerca de si efectivamente en la muerte no hubo otras responsabilidades. Qué terrible que haya muerto en tanta soledad un hombre como Maradona que, en cierto modo, lo tuvo todo”.
«Un gran jugador pero un hombre pequeño»
“Yo cité muchas veces, y lo repito ahora que hablo del tema, un episodio que cuenta Juan Luis Gallardo, un excelente escritor que poco después del Mundial de México que ganó la Argentina vivió en Roma. Ustedes recuerdan que ese Campeonato Mundial lo ganó la Argentina con dos goles muy importantes de Maradona: uno, resultado de una jugada genial, y otro que realizó con la mano, el árbitro no lo advirtió y todos festejamos como “la mano de Dios”.
Este hombre que lo tuvo todo, como dice Juan Luis Gallardo, no tuvo la posibilidad de usar rectamente de su fama y de su fortuna, y cuenta un episodio que tuvo con un taxista romano que al saber que era argentino, comenzó a hablar de fútbol y de Maradona, y le hizo esta reflexión: “Maradona è un grande giocatore ma è un piccolo uomo”, o sea: “Maradona es un gran jugador pero es un hombre pequeño” (un porteño traduciría: «un pobre hombre»). Y qué quiere decir esto: que la formación humana de Maradona no le daba para sostener su fama, su fortuna y, desgraciadamente, su vida privada fue un continuo mal ejemplo de conductas extraviadas”.
Nadie se le acercó para hablarle de Dios
“Cómo es posible -siguió reflexionando monseñor Aguer- que en un país como el nuestro nadie se le haya acercado, y sobre todo en los últimos tiempos, en este último período de su soledad y de su enfermedad. Una pena que nadie se le haya acercado para hablarle de Dios, de Jesucristo, para hablarle del sacramento de los enfermos. En el entierro hubo un sacerdote que rezó un responso pero no es lo mismo porque lo que había que lograr, de algún modo, era la conversión de Maradona. Imagínense qué hubiera sido, con la fama de este hombre, una vuelta de él a la vida de la gracia. Si él se convertía y eso se hacía público, hubiera sido un maravilloso ejemplo pero, en cambio, estamos con el peso de esos otros malos ejemplos que vaya uno a saber por cuánto tiempo seguirán”.
Todos debemos rezar por Maradona
“Les cuento que recé especialmente por él, ofrecí una misa por él y creo que todos debemos rezar por él. Debemos disminuir un poco esta desmesura. En el fondo la desmesura es el valor que se le otorga al fútbol en la sociedad argentina porque aquí es más importante un futbolista que un científico, que un gran artista, y es que aquí hay una desmesura muy grande y hay que poner las cosas en su lugar. Desmesura quiere decir exageración y hay que volver las cosas a su lugar porque cada cosa vale lo que vale y no el valor que nosotros le queremos atribuir vaya a saber por qué razón”.
Fuente: https://www.aica.org/