Aprendiendo a vivir en una democracia constitucional
Nuestra democracia es patrimonio de todos y no de ningún sector, ni siquiera de una mayoría ocasional que tiene todo el derecho del mundo de proponer lo que considere mejor. Y tiene también la obligación de aceptar las correcciones que los otros poderes del Estado le hacen, máxime cuando se aplica la Constitución Nacional como regla de convivencia.
Por Enrique Marchiaro (Rafaela)