Ante los vicios del mundo
Nuestra pasividad puede ser la madre de la maldad y de todos los demás vicios. Así como hay un arte de engañar, que exista igualmente un arte de descubrir el lugar del bien o del mal, para que cada cual pueda tomar el destino que quiera para su corazón. Se puede vislumbrar, sólo hay que dejar que la conciencia actúe.
Por Víctor Corcoba Herrero (Granada, España)