El mundo al compás del Twitter
Saber expresarse y tener la capacidad de distinguir en asuntos cotidianos y en materia de información son sin duda el distintivo del hombre educado. Es erróneo suponer que existe una diferencia básica entre la educación y la diversión, aunque deberíamos ser menos optimistas acerca de educar divirtiendo y los poderes instructivos de los medios.
Por Horacio C. Reggini