Para debatir sin prejuicios
A sólo ocho años del estallido económico, el derrumbe social y la debacle política, este festival de mezquindades, esta realidad que nos rodea y agobia, parece demostrarlo. La dirigencia de todo tipo y color, una y otra vez, parece capaz de haber pasado en vano aquella tremenda experiencia y su inocultable demanda de cambio.
Por José Ignacio López (Buenos Aires)