Mucho grito, poca democracia
¿Cómo es posible que el gobierno de los Kirchner, que nació democrático, cobije y/o induzca a que Hebe de Bonafini se convierta en la máxima autoridad encargada de imponer Justicia? Su dolor no la vuelve impune. Y la historia de los pañuelos blancos no debiera admitir el “todo vale” de esta actitud.
Por María Herminia Grande (Rosario)