Un sistema riesgoso y desgastante
La enfermedad que afectó ayer a Néstor Kirchner le debe mucho a la obstinación por la concentración absoluta del poder nacional en cuatro manos: las suyas y las de su esposa, la Presidenta. Cuando un sistema político y un gobierno dependen sólo de dos personas aumenta el riesgo del error y de la sinrazón. La enfermedad de uno de ellos debilita demasiado a la conducción política de la Nación.
Por Joaquín Morales Solá (Buenos Aires)