Benedicto XVI culmina su viaje a Polonia visitando Auschwitz
Después de visitar en silencio los lugares del horror, de haber rezado durante largo rato en el símbolo del Holocausto, de haber hablado con supervivientes del campo de exterminio, el pontífice pronunció un discurso firme tanto por el tono como por la fuerza de sus contenidos. «Tomar la palabra en este lugar de horror, de crímenes contra Dios y contra el hombre sin parangón en la historia, es casi imposible, y es particularmente difícil y oprimente para un cristiano, para un Papa que procede de Alemania», reconoció el Papa.